martes, 2 de noviembre de 2010

Columbares. Historias de la Noche Oscura...


AMNESIA

¡Qué difícil!, es terrible. Sólo quien haya pasado por algo parecido puede comprenderme. No sé quién soy, no sé dónde ir, y quizá lo peor son esos pensamientos agobiantes, aplastantes, esas sensaciones de vacío y soledad que no me dejan descansar ni un instante. Es extraño, muy extraño, siento el cuerpo raro, no, no es dolor, estoy bien, estoy perfectamente, es sólo un cosquilleo intenso, desagradable, muy desagradable.

Hay cosas que tampoco entiendo, sobre todo esa necesidad de oscuridad y silencio que me obliga imperiosamente a ocultarme de todo y de todos antes que el día amanezca. ¿Cuánto tiempo llevaré así? No lo sé, lo único que tengo claro es que soy de por aquí. Esa es la rambla del Garruchal y mi escondite está arriba, en la cueva que hay en lo alto del Puntarrón. Cuando salgo voy siempre hacia Lo Serrano porque es en esa rambla donde encuentro sosiego en sus rocas, talladas por siglos de avenidas, mi espíritu consigue un instante de paz... no, no estoy loca, intento comunicarme con los otros, pero no me salen las palabras... me cruzo en su camino y me ignoran... los sigo y no me miran... ¿por qué?

No recuerdo mi nombre, ni mi casa, se que sufrí un golpe, un accidente... algo, y eso me provocó amnesia. Lo que tengo que hacer seguramente es bajar hacia el pueblo, pedir ayuda, pero soy tan miedosa y mi acentuado sentido del ridículo, (menuda pinta debo tener, desnuda y sucia), no, no creo que sea capaz de afrontar un encuentro ahora con quienes tal vez sean vecinos, amigos, familiares, o conocidos, lo mismo da, yo no sabré reconocerlos, no sabré distinguir a unos de otros me moriría de vergüenza. Prefiero buscar ayuda, pediré auxilio esta noche a alguien que casi seguro no me conoce, de manera que no peligre mi reputación, ni mi status social, de eso estoy segura: soy una mujer importante, estoy habituada a controlar y gobernar gente, tras largos años de sacrificio y dedicación por fin estoy donde merezco, la imagen de mí misma no la puedo poner en cuestión.

¿Cuánto tiempo llevaré así? No puede ser demasiado. Me habría muerto pues no he comido ni bebido nada desde el accidente. Ahora que lo pienso, me parece que quizá no soporte la luz por mis ojos, siempre me han dado problemas... ¡joder! Eso va a ser, va a ser que los he dañado, que... pero lo más extraño es que veo en la oscuridad, y bastante bien.

¡Decidido! Esta noche no hay Luna, y yo, (quién sea) estoy decidida y pediré ayuda. Es hora de salir.

Me acercaré a la casa que está a la derecha de las charcas, después de subir la cuesta. Allí seguro, me atenderán debidamente, me llevaran al hospital, que me vea algún especialista... vaya con los pies, se me han quedado tiesos, claro, ¡todo el día sin moverme!, es lo menos que me puede pasar...
-¿Y tú qué quieres?
-¡Largo! Lo único que me falta un perrucho dando por saco, ¡humo!, ¿no te vas? Tienes suerte de mi debilidad que si no... ¿qué ha sido eso? Algo me ataca desde arriba... ¡es un cárabo! ¿cómo es posible? en esta época no anidan, sé que cuando crían estas aves atacan a quien consideran amenaza, pero ahora en pleno invierno... ahí vuelve el maldito ¡ah!...

Me ha robado algo, lleva algo entre sus patas y ahora chilla, igual está llamando a su pareja o hermanos... Tengo que darme toda la prisa que pueda, he de llegar ya... Por fin la puerta, la golpearé, aquí timbres no hay, otra vez la mano, casi no la puedo mover... estoy muy enferma, a ver si abren... ¿Por qué esa cara? ¿por qué gritas así? ¿es que no has visto a nadie accidentado? Necesito ayuda, no puedo hablar... vienen más, por fin... pero... ¡han vuelto a cerrar! No puede ser... a ver la ventana... ¡Dios! ¡Aquí hay algo horrible!... cielo santo... ¡soy yo!, creo que empiezo a comprender... Me ha pasado lo peor.

¿Por qué entonces me muevo? Sigo pensando, estoy funcionando... el cosquilleo por todo va a más, no sé lo que pasa. He de irme antes de que estos mueran de miedo... he de encontrar respuestas, ¡otra vez los cárabos! vienen a comer, a esos no los asusta nada, quizá solo su propio canto, el sonido más estremecedor de la Naturaleza, o sus ojos más negros que la nada, que la oscuridad absoluta, presagio cierto de la peor calamidad.

De nuevo en la cueva, aquí por lo menos puedo pensar. Tendré que asumir...
-Eso, ¡tendrás que asumir! Ya vas por el buen camino.
-¿Quién eres? ¿cómo lees mis pensamientos? ¿me puedes ayudar? Si eres capaz de saber cómo me siento, sabrás lo mucho que necesito una respuesta.
-Soy la Luz Negra que viene a buscar a todos aquellos como tú... a haceros comprender... sois muy pocos los casos, pero cuando sucede yo aparezco... Fui creada para eso.
-Dime... ¿estoy muerta?
-Sí.
-Pero me muevo, ¿cómo es posible?
-Porque no recuerdas.
-Recordar, ¡eso! necesito recordar.
-Sí, necesitas recordar.
-Pues ya está, ayudame si puedes.
-No puedo, si tú no quieres. Tienes que desearlo por encima de todo... por encima del miedo... salvo que desees contemplar y sentir tu propia descomposición, tu putrefacción, tu cuerpo aprovechado del único modo posible ya...
-Dime que tengo que hacer, ¡quiero recordar!
-Sé que lo dices con toda sinceridad, por tanto preparate. Has tenido un accidente de automóvil en las curvas del Estrecho, moriste en el acto, en plena noche te arrastrabas y corrías huyendo, de algo aún peor. Pasa a todos los que como tú, os llega la hora, pero no queréis... He conocido agonías interminables, victorias milagrosas ante enfermedades terribles, funcionamientos corporales centenarios... todos, todas, con algo en común: un espíritu que se resiste, que lucha muy fuerte, para no llegar al sitio donde otros lo esperan... para recordarlo... para recibirlo... y ajustar cuentas a esa persona, especial, que en vida les dió tanto sufrimiento, tanta crueldad, tanta muerte como tú les diste a ellos.

2 comentarios:

  1. Estos cuentos de donde los sacas? deberías por lo menos citar la fuente no?

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  2. Todos estos relatos son de creación propia y están debidamente registrados, así que por eso no citamos la fuente. Si quieres conseguir un ejemplar con los 6 relatos impresos sumate a una de nuestras Rutas de la Noche Oscura.
    Un saludo.

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